Muchos de nosotros tenemos hermanos tanto pequeños como grandes. Constantemente nos estamos peleando y deseándonos quitárnoslos de encima. Pero cuando ya no están se echan de menos, aunque solo sea por las pequeñas cosas.
De eso va ese libro, porque ante todo es una historia realista que refleja el dolor de una pérdida y lo difícil que es afrontarlo. Habla de la muerte, la vida, de las pequeñas cosas y del amor que es capaz de atravesar todas las barreras.
RESEÑA:
Lennie vive a la sombra de su fantástica hermana mayor, Bailey (cada vez que leía el nombre se me venía a la cabeza la bebida, ¡seré borracha!). Pero por propia voluntad y porque es más cómodo no tener que tomar decisiones importantes y que nadie se fije demasiado en tí. Cuando su hermana muere no sabe cómo va a superarlo, pues ahora todos están pendientes de ella. Vive con su abuela y su tío, porque su madre se marchó cuando eran pequeñas y no conoció a su padre, y encima son todos un poco excéntricos. Nunca había estado con ningún tío y de repente se interesan dos por ella: el novio de su hermana (o ex novio, no sé muy bien cómo llamarlo), Toby, rubio y guapísimo y que está tan triste como ella; y Joe, el chico nuevo cañón, por el que todas suspiran pero que está empeñado en perseguirla a ella (también resulta que el chaval tiene dos hermanos más de sus mismas características...). Así que Lennie se dedica a tontear con Joe durante el día y a liarse "sin querer" con Toby por las noches, mientras echa a su hermana de menos.
Lo más original del libro son las notas que Lennie va dejando tiradas por ahí con fragmentos de conversaciones con su hermana, poemas y cartas que le escribe a la difunta. Cada capítulo empieza con una de estas notas, y hasta aparece representado dónde está escrita: un vaso de papel, una hoja de libreta, un envoltorio de caramelo...
Es una historia muy emotiva y realista (bueno, dejando un poco a un lado lo de los tíos buenos) de cómo el mundo puede derrumbarse de la noche a la mañana y no saber a quién recurrir para desahogarte y apoyarte. A mí me caló bastante porque el autor no lo cuenta de manera trágica para que te inches de llorar, si no que lo plantea de forma original y divertida (todo lo divertido que puede resultar un hecho así). Yo dejé caer alguna que otra lagrimita, pero es porque me coloco muy fácilmente en el lugar de las personas y yo también tengo una hermana.
No es un libro que os tendrá en vilo, ni que necesitaréis desesperadamente leer corriendo, pero está muy bien escrito y si os gustan las historias realistas (dejad un poco a un lado los vampiros, los lobos y los demonios-tío-bueno para variar) pero con un toque de humor, seguro que os encantará.
De eso va ese libro, porque ante todo es una historia realista que refleja el dolor de una pérdida y lo difícil que es afrontarlo. Habla de la muerte, la vida, de las pequeñas cosas y del amor que es capaz de atravesar todas las barreras.
Lennie Walker, de diecisiete años, lectora empedernida y fanática de la música, es segundo clarinete de la banda de su instituto. Vive feliz y sin contratiempos a la sombra de Bailey, su impetuosa hermana mayor. Pero cuando Bailey muere repentinamente, Lennie se convierte en protagonista de su propia vida... Y, aunque nunca había salido con ningún chico, de pronto se encuentra intentando compatibilizar a dos. Toby era el novio de Bailey; Lennie se identifica con el dolor que siente. Joe es el chico nuevo del pueblo, acaba de llegar de París y su sonrisa casi mágica solo puede compararse con su talento musical. Para Lennie son el sol y la luna: uno la saca de su pesar mientras el otro le ofrece consuelo.Aunque, al igual que los propios cuerpos celestes, si llegan a chocar estallará el mundo entero. La lucha de Lennie por encontrar su propia melodía, en medio del ruido que la rodea, es un canto de amor y un retrato de la pérdida de un ser querido a partes iguales, sincero en todo momento, a ratos divertidísimo y en el fondo inolvidable.
RESEÑA:
Lennie vive a la sombra de su fantástica hermana mayor, Bailey (cada vez que leía el nombre se me venía a la cabeza la bebida, ¡seré borracha!). Pero por propia voluntad y porque es más cómodo no tener que tomar decisiones importantes y que nadie se fije demasiado en tí. Cuando su hermana muere no sabe cómo va a superarlo, pues ahora todos están pendientes de ella. Vive con su abuela y su tío, porque su madre se marchó cuando eran pequeñas y no conoció a su padre, y encima son todos un poco excéntricos. Nunca había estado con ningún tío y de repente se interesan dos por ella: el novio de su hermana (o ex novio, no sé muy bien cómo llamarlo), Toby, rubio y guapísimo y que está tan triste como ella; y Joe, el chico nuevo cañón, por el que todas suspiran pero que está empeñado en perseguirla a ella (también resulta que el chaval tiene dos hermanos más de sus mismas características...). Así que Lennie se dedica a tontear con Joe durante el día y a liarse "sin querer" con Toby por las noches, mientras echa a su hermana de menos.
Lo más original del libro son las notas que Lennie va dejando tiradas por ahí con fragmentos de conversaciones con su hermana, poemas y cartas que le escribe a la difunta. Cada capítulo empieza con una de estas notas, y hasta aparece representado dónde está escrita: un vaso de papel, una hoja de libreta, un envoltorio de caramelo...
Es una historia muy emotiva y realista (bueno, dejando un poco a un lado lo de los tíos buenos) de cómo el mundo puede derrumbarse de la noche a la mañana y no saber a quién recurrir para desahogarte y apoyarte. A mí me caló bastante porque el autor no lo cuenta de manera trágica para que te inches de llorar, si no que lo plantea de forma original y divertida (todo lo divertido que puede resultar un hecho así). Yo dejé caer alguna que otra lagrimita, pero es porque me coloco muy fácilmente en el lugar de las personas y yo también tengo una hermana.
No es un libro que os tendrá en vilo, ni que necesitaréis desesperadamente leer corriendo, pero está muy bien escrito y si os gustan las historias realistas (dejad un poco a un lado los vampiros, los lobos y los demonios-tío-bueno para variar) pero con un toque de humor, seguro que os encantará.
PUNTUACIÓN:
1 comentario:
A pesar de que hubiera matado a la prota en un par de ocasiones, y de que a veces se me hacía un poco infantil la actitud de los personajes, este libro me gustó muchísimo *O*
¡Un abrazo! =)
Publicar un comentario